Luis Geovany Rodríguez de Aquino es un jovencito muy tierno, con una sonrisa muy característica, hacia detalles como llevarle de comer a la cama a su mama llevarla a comer pizzas cuando cobraba, siempre la lleva de la mano, es un hijo muy amoroso.
Trabajó en una purificadora de agua, también fue cargador de tabique o de trozos de madera, concluyo la primaria y primero de secundaria, dijo que regresaría a estudiar después, pero fue cuando «lo levantaron». Su abuela le apodo «El bolillito» porque desde los 8 años tuvo que salir a vender bolillo con una canasta, su familia es muy pobre y el sufrió mucho desde su infancia por las carencias económicas, prácticamente crecieron solos mientras su madre trabajaba y su padre murió cuando era muy pequeño.
Es muy alegre, muy llevadero, con todos se lleva bien, sus amigos todos son del barrio, se juntaban en la esquina, no le hacían mal a nadie, les gusta el futbol y se iban una vez por semana a las canchas. Su mayor sueño en la vida es construir una casa para su mama y salir de la pobreza.
El 14 de Junio del 2016 le dijo a su mama que iba a echar la reta, que en 20 minutos regresaba. Su madre Esther de Aquino Velázquez nunca volvió a saber de él, porque cuando iba de camino lo interceptaron unos hombres armados en un carro blanco, su sobrino y dos chicos más iban con él, fueron testigos del «levantón».